viernes, 8 de junio de 2007

Prologue and Epilogue

Aunque este es el último post, dado el formato elegido por el cual se muestran arriba los posts más recientes, he querido llamarlo también Prologo por ser lo primero que leerán los próximos en entrar al blog ahora que ya está terminado (aunque falte hacer una revisión ortográfica y gramatical, ya que lo escribí deprisa y corriendo sin cuidar esos pequeños detalles y, además, la versión en inglés).

A estas alturas, uno se siente triste por lo que deja atrás y un poco abrumado por el futuro que se viene encima. En principio, otra vez la vuelta a las clases de las que huía hace un año, después el practicum y el proyecto fin de carrera y espero que dentro de no mucho, la incorporación al mundo laboral.

Ahora puedo decir que he conseguido cumplir el objetivo con el que marché: conocer otras culturas (la finesa y la de otros muchos erasmus con los que he cruzado el camino), viajar y ver mundo, mejorar mi inglés, aprobar unas cuentas asignaturas y sobre todo, pasarlo bien.

Aunque en realidad todo lo que he vivido me parecía nuevo e increíble, sé que no he sido el primero que lo ha vivido ni seré el último que lo vivirá. Para mí en este caso, Turku probablemente seguirá sin cambiar demasiado, pero sé que aunque volviese el año que viene, la gente con la que lo he compartido no seguirá aquí y al fin y al cabo es esa gente la que ha hecho que mi erasmus sí sea distinto de todos los demás.

Esta gente no ha sido simplemente compañeros de estudios, juergas y viajes, sino que han sido compañeros de una experiencia, una gran experiencia llamada "vida". Hemos reído (y mucho), hemos llorado (no tanto, aunque algunas veces también hayamos llorado de risa) y nos hemos apoyado los unos en los otros como si fuésemos una familia. En realidad sí que somos como una familia. Una familia donde cada miembro estaba viviendo lejos de su propia casa y todo lo conocido, lo mismo que todos los demás y eso nos unió como una piña y aunque ahora nos separemos y retomemos viejos caminos o emprendamos unos nuevos, nos vamos con la certeza de haber hecho amigos para toda la vida.

Respecto al blog, sé que para algunos de los que han venido, les ha sido de ayuda; para algunos que no sabían dónde irse de erasmus, les sirvió para decidirse; para aquellos que ya habían estado, les sirvió para recordar otros tiempos y para aquellos que están por venir, aunque se suele decir que la experiencia de otros nunca vale como propia y no se puede aprender de los errores de los demás, espero que sí que pueda servir al menos como una pequeña guía.

Para mí el blog ha sido la mejor forma de compartir mi experiencia y un medio para conocer a un puñado de grandes personas y a algunos buenos amigos. Además, tanto para mí, como para todos los que han vivido esto conmigo, el blog será un recuerdo más de lo que hemos pasado aquí y espero que cuando dentro de un tiempo releamos de nuevo aquello que vivimos, nos sirva como alivio a la morriña o al menos para aumentarla con el fin de que nos den ganas de llamar a aquellos con los que hayamos perdido contacto.

Espero que hayáis disfrutado tanto leyendo como yo escribiendo. Ha sido un auténtico placer escribir las 90 entradas que componen el blog, relatando desde los nervios de los primeros días, hasta el último post en que me quejaba de querer volver tan solo 5 días después de haberme ido, pasando por todos los viajes, las alegrías y las penas. Gracias a todos por haberme seguido; por animarme a seguir cuando pensé en dejarlo o estaba de bajón y por todos los comentarios y criticas que habéis publicado (casi 250), pues sois vosotros los que habéis logrado estas estadísticas.

Puesto que no me gustan las despedidas, que esta ya se está alargando demasiado y que, como dije al principio, esta es la primera entrada del blog, la mejor forma que se me ocurre de despedirme es deciros a todos...

¡¡Bienvenidos!!

miércoles, 6 de junio de 2007

Home

Cuando el jueves llegué a casa ya empecé a hacer las cosas que había echado de menos: me di una ducha larguísima en mi ducha, me cambie de ropa, cené y me fui (conduciendo mi Punto XD) al centro. Había quedado con Vivek, Patri y Cris para dar una vuelta por Málaga, ir al Pimpi y salir un poco de juerga. Nos despedimos a las 3 y media después de haber bebido vino dulce, haber visto el nuevo sitio de botellón y haber estado en un pub nuevo. Yo me volví andando hacia el coche, dando un paseo y viendo los cambios que ha habido en Málaga durante mi ausencia y luego disfruté de la conducción hasta casa, me acosté en mi cama de matrimonio, con un colchón en condiciones y unas sabanas de lujo y me dormí como un tronco.

Aparte de las obligaciones que tenía que hacer, como ir a trabajar y esas cosas, de momento he aprovechado para ir de compras (ropa y esas cosas que acabé tirando en Finlandia por no pagar sobre peso y que ya estaban, si no antiguas, por lo menos dañadas por un año de uso y secadora), ir a relaciones internacionales a llevar papeles, a la secretaría de informática a llevar más papeles, he estado un par de noches con Carlos y algunos otros amigos y he empezado a estudiar para el examen que tengo dentro de un par de semanas.

El caso es que aunque sé que hay mucha gente que ahora esta feliz por haber vuelto a casa, yo me siento como descolocado. Ahora mismo no me siento como en casa, pero supongo que es normal después de haber estado un año viviendo fuera. La mayoría de la gente esta de exámenes y por ese motivo u otros, casi nadie se ha acordado de mí al volver, pero supongo que esto también es normal, después de haber estado un año fuera, la gente ha hecho otros planes y ha estado saliendo con la gente que sí que estaba aquí, que ahora tienen, por decirlo de alguna manera, preferencia sobre mí, o simplemente por falta de tiempo no han podido hacer el esfuerzo de verme hasta que yo de algún modo he propiciado el encuentro. También hay que tener en cuenta que llevaba mucho tiempo haciendo y viendo las cosas de cierta manera y al llegar me he encontrado con un cambio tan grande que ni siquiera reconozco esto como mi hogar.

Creo que en realidad me quejo solo por vicio. Tal vez sea por echar de menos todo lo que he dejado atrás, aunque sean cosas tan sencillas como cenar todos juntos en la cocina, la puntualidad de los autobuses, dar una vuelta junto al río, los viajes relámpago, el ambiente en la facultad o la cafetería, las bicis, el tardío anochecer, el verde de los arboles y césped o el simple hecho de escuchar el timbre de tu puerta y saber que alguien te va a proponer algo. No niego que también echaba de menos cosas de aquí, pero en estos, momentos, desearía que fuese algo parecido a lo que pasó en navidad, es decir, un par de semanas de vacaciones aquí en España y volvernos todos a Finlandia de nuevo...

Ahora toca acostumbrarse, enfrentarse a lo que hay que enfrentarse e intentar llevarlo lo mejor posible, mirar atrás solo para recordar los buenos momentos y pensar que de algún modo u otro lo bueno esta por venir. Suena fácil...

Casi sin darme cuenta, y aunque llevo aquí menos de 1 semana, me encuentro escribiendo sobre lo que echo de menos Finlandia... Tal vez es saber que no voy a volver, y que si vuelvo nunca sera lo mismo, lo que me hace pensar negativamente sobre mi nueva vida aquí, al igual que me hace pensar que no me despedí debidamente de la gente, pues aunque nos hemos prometido volver a vernos, nunca se sabe cuando será eso o si de verdad alguna vez será.


domingo, 3 de junio de 2007

Coming Back: Bremen

Los que quedaban salieron a despedirme a mí y a Vivek en el parking de la Student, que por suerte Heikki iba a llevarnos en coche a la estación. Fue más o menos rápido, para evitar lágrimas, al igual que la despedida con Heikki y Minna en la estación. En realidad a todos les dije lo mismo: "sé que esto no es un adiós porque estoy seguro de que volveremos a vernos" y así lo espero.

En la estación nos llevamos un susto de muerte cuando vimos que los trenes con destino Tampere ¡¡no tenían hora de salida!! Fui a la taquilla a preguntar que pasaba y me dijeron que estaba mal el panel, que sí que había uno a las 9 menos cuarto (el que íbamos a coger). Llegaron Cristina y Patri y fuimos a sacarlos billetes. Yo me di cuenta en ese momento que me había olvidado dejar la llave de la puerta en la Student Office, pero por suerte Alberto que había ido a la estación para despedirse allí de nosotros, se ofreció para llevarla al día siguiente. En el tren estuvimos cenando los sandwiches que todos habíamos hecho y las cervezas que Vivek había comprado XD. La peor parte fue la noche en Tampere. Dejamos las cosas en las consignas y nos cenamos el resto de los sandwiches y las cervezas, después nos fuimos a un bar donde había un concierto hasta que un poco antes de la hora a la que volvían a abrir la estación de tren nos fuimos a dar una vuelta por Tampere y luego a dormir en los bancos de la estación.

Yo no conseguí dormir en toda la noche y los otros no durmieron tampoco demasiado (a eso de las 5 vino el guarda de seguridad a despertar a todo el que estaba durmiendo tumbado) y cuando sonó el despertador a las 7 y media empezamos a preparar las cosas y a sacar las maletas de las consignas para ir hacia el aeropuerto. Una vez allí tuvo lugar la aventura más grade de todo el viaje: Ryanair y el sobrepeso. No sé cómo se las apañaron pero haciendo trasvases de maletas y esas cosas, tuvieron que pagar 4 kilos Patri y 1 kilo Cristina. Vivek y yo entramos sin sobrepeso. El caso es que yo iba con 4 kilos de folios en la mano, en una carpeta (llevaba ahí el código de reserva de Ryanair, y así era la excusa de que era la carpeta con los papeles para el viaje XD), además del abrigo y un jersey.


Comiendo Salchichas en el centro Bremen

Cuando llegamos a Bremen fuimos al hostal a dejar las cosas y luego a dar una vuelta por la ciudad. La ciudad nos encantó a todos. Estuvimos dando una vuelta por el centro, comiendo perritos calientes, echando una cabezadita tomando el sol junto al río, por un parque increíble que hay rodeando el centro antiguo y por la calle de las tipica comercial. Compramos unas cervezas para por la noche y nos fuimos al hostal a echarnos una siesta. Vivek y yo fuimos los primeros en despertarnos y nos pusimos a ver una peli mientras nos bebíamos las cervezas y cuando las niñas se despertaron, terminamos de ver la peli con ellas y a comernos los cacahuetes y pistachos que habíamos comprado para acompañar las cervezas alemanas. Después salimos a dar una vuelta por el centro de noche y acabamos en un bar charlando y bebiendo cerveza alemana.


Los Trotamusicos y tomando el sol junto al río

La mañana siguiente nos levantamos lo mas tarde que pedimos para descansar, desayunamos en el hostal y recogimos para irnos al aeropuerto. Esta vez lo que hicimos fue ir a facturar sin las bolsas de viaje, solo con las maletas, y no hubo ningún problema XD. Las bolsas de viaje las dejamos en un carro mientras un las vigilaba y los otros iban a facturar y luego las recogíamos y ese uno iba a facturar su maleta. Así piensan que no llevas equipaje de mano y te dejan llevar un par de kilos más en el facturado XD. Comimos unos bocadillos en el aeropuerto (bueno, empezamos en el aeropuerto y nos los terminamos en el avión XD) e intentamos dormir hasta llegar a Málaga, donde mi madre, mi hermana, Carlos y Vanessa me esperaban en el aeropuerto.

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