A estas alturas, uno se siente triste por lo que deja atrás y un poco abrumado por el futuro que se viene encima. En principio, otra vez la vuelta a las clases de las que huía hace un año, después el practicum y el proyecto fin de carrera y espero que dentro de no mucho, la incorporación al mundo laboral.
Ahora puedo decir que he conseguido cumplir el objetivo con el que marché: conocer otras culturas (la finesa y la de otros muchos erasmus con los que he cruzado el camino), viajar y ver mundo, mejorar mi inglés, aprobar unas cuentas asignaturas y sobre todo, pasarlo bien.
Aunque en realidad todo lo que he vivido me parecía nuevo e increíble, sé que no he sido el primero que lo ha vivido ni seré el último que lo vivirá. Para mí en este caso, Turku probablemente seguirá sin cambiar demasiado, pero sé que aunque volviese el año que viene, la gente con la que lo he compartido no seguirá aquí y al fin y al cabo es esa gente la que ha hecho que mi erasmus sí sea distinto de todos los demás.
Esta gente no ha sido simplemente compañeros de estudios, juergas y viajes, sino que han sido compañeros de una experiencia, una gran experiencia llamada "vida". Hemos reído (y mucho), hemos llorado (no tanto, aunque algunas veces también hayamos llorado de risa) y nos hemos apoyado los unos en los otros como si fuésemos una familia. En realidad sí que somos como una familia. Una familia donde cada miembro estaba viviendo lejos de su propia casa y todo lo conocido, lo mismo que todos los demás y eso nos unió como una piña y aunque ahora nos separemos y retomemos viejos caminos o emprendamos unos nuevos, nos vamos con la certeza de haber hecho amigos para toda la vida.
Respecto al blog, sé que para algunos de los que han venido, les ha sido de ayuda; para algunos que no sabían dónde irse de erasmus, les sirvió para decidirse; para aquellos que ya habían estado, les sirvió para recordar otros tiempos y para aquellos que están por venir, aunque se suele decir que la experiencia de otros nunca vale como propia y no se puede aprender de los errores de los demás, espero que sí que pueda servir al menos como una pequeña guía.
Para mí el blog ha sido la mejor forma de compartir mi experiencia y un medio para conocer a un puñado de grandes personas y a algunos buenos amigos. Además, tanto para mí, como para todos los que han vivido esto conmigo, el blog será un recuerdo más de lo que hemos pasado aquí y espero que cuando dentro de un tiempo releamos de nuevo aquello que vivimos, nos sirva como alivio a la morriña o al menos para aumentarla con el fin de que nos den ganas de llamar a aquellos con los que hayamos perdido contacto.
Espero que hayáis disfrutado tanto leyendo como yo escribiendo. Ha sido un auténtico placer escribir las 90 entradas que componen el blog, relatando desde los nervios de los primeros días, hasta el último post en que me quejaba de querer volver tan solo 5 días después de haberme ido, pasando por todos los viajes, las alegrías y las penas. Gracias a todos por haberme seguido; por animarme a seguir cuando pensé en dejarlo o estaba de bajón y por todos los comentarios y criticas que habéis publicado (casi 250), pues sois vosotros los que habéis logrado estas estadísticas.
Puesto que no me gustan las despedidas, que esta ya se está alargando demasiado y que, como dije al principio, esta es la primera entrada del blog, la mejor forma que se me ocurre de despedirme es deciros a todos...